A finales de los años 80
y comienzos de los noventa, uno de los fenómenos más curiosos dentro del
devenir del Rock Duro español fue la aparición coetánea y espontánea de algunas
bandas de segunda generación, que fusionaban el estilo con el por entonces
resucitado pero siempre presente Rock Urbano. Esta coincidencia en el tiempo y
el espacio se dio sobre todo en entornos alejados del mínimo 'star system'
metalero que existía en Madrid, con músicos que no pretendían otra cosa que
buscar sus propias fórmulas para la evolución natural del Hard cantado en
castellano.
La irrupción de una banda
como Leize fue sintomática de un nuevo sentir artístico, más pegado a las
preocupaciones y vivencias del rockero español de toda la vida, sin las
servidumbres propias de la imagen estereotipada o los modos y maneras ya
conocidas. Las melodías adquirían mayor importancia, en tanto las letras
comenzaban a sensibilizarse con asuntos más sociales. Las preocupaciones y
visiones de la vida de sus autores se refugiaban ahora en lo personal, huyendo
así de la mera denuncia o militancia.
En el barrio de Vallecas
los “AC/DC madrileños” de Esturión hacían la guerra por su cuenta, mientras en
todo el norte peninsular comenzaban a dar señales de vida agrupaciones como
Gris Perla o los músicos navarros de la quinta de Rock DAM, Los del Rayo y
otros. Esta tendencia tuvo particular acogida en Madrid, donde en según qué
círculos Leize es casi un grupo intocable y adoptado como propio. En el Foro
gustaron mucho esos estribillos pegadizos y rítmicos de los autores de
“Buscando mirando”, que de algún modo también son los que caracterizan a
Randall.
Randall eran casi
vecinos, de la localidad de Álfaro, en La Rioja, donde surgieron en 1988 con la
intención fundamental de divertirse y, si había suerte, dejar constancia de su
talento para la melodía y el rock and roll guitarrero. Su única maqueta se
tituló como el propio cuarteto, que estaba formado por Jesús González (guitarra
y voz), Daniel Fernández (guitarra), Carlos Revilla “Jefry” (bajo y voz) y
Antonio Pérez (batería). “Jefry”, Daniel y Antonio, fundadores del combo,
habían encontrado por fin la voz que querían para visibilizar sus composiciones
instrumentales. La demo ha sido recuperada ahora por Iberia Metálica, ese sello
que está poniendo patas arriba el rescate y la reivindicación de discos y
grabaciones ocultas de la dorada década del Heavy patrio.
“Randall” fue grabada y
mezclada en los estudios Kikos de Zaragoza -aún en funcionamiento-, donde ya
habían hecho de las suyas bandas como Acolla o Las Novias. Sus instalaciones
habían sido inauguradas en 1986 y fue a finales de 1992 cuando recibieron la
visita del cuarteto riojano, que plasmó en cassette seis temas : “Que no te
enteras”, “Cuentos de rock”, “Por un trozo de pan”, “Entre mi espada y la
pared”, “Falsos rumores” y “Ley de leyes”. Fueron sólo 1.000 copias, que se
movieron con éxito de crítica y público por su zona de influencia y algunos
medios de comunicación centrales.
Nunca más volvieron a dar
soporte físico a sus canciones. El grupo duró en total unos diez años desde su
fundación, pero en 2010 se reunió en un concierto especial con motivo del
festival Alfarock. No fue una ocasión única, ya que sus componentes jamás cortaron
del todo su vinculación con el mundo de la música y cualquier ocasión era buena
para recordar los buenos tiempos y actualizar su legado, tan buscado por los
rastreadores de buen Hard Rock melódico hecho en la “piel de toro”.
Nunca cinco temas
dieron tanto de sí en los últimos tiempos en el Metal nacional. De hecho, no
conozco aún a nadie que no esté fascinado con este EP del grupo Leather Heart titulado como el propio grupo. Esta jovencísima banda madrileña ha sido la sensación en la escena
subterránea metalera del último año, gracias a la excelente producción de su
disco de debut. Los temas que lo componen son ‘Nightmares town’ -de la que ya
se ha realizado un clip promocional-, ‘Take muy breath away’, ‘Black as night’,
‘Don’t you go’ y ‘Leather heart’.
Las venas que laten por
este “corazón de cuero” son las de Adrián González (vocalista), Álejando Gabasa
“Álex” y Jorge Piñero (guitarristas), Sergy Alvarado (bajista y coros) y Manuel
Rueda (batería y percusión).
Nacieron en la capitalina
Alameda de Osuna en 2008 con apenas un
guitarrista (Gabasa) y el batería (Rueda), y desde entonces han pulido un híbrido de Heavy Metal y Hard Rock. El rock duro más clásico define los límites de esta nueva sensación, un eslabón
perdido que suena a MSG o cualquiera de las evoluciones modernas de la saga
post-Purple.
La formación comenzó a
estabilizarse con la entrada de Jorge Piñero como segundo guitarrista y a
la postre pilar importante de Leather Heart. Él mismo fue quien recomendó a
David como bajista. Durante el año que éste permaneció en el grupo se terminaron
las primeras composiciones, siendo fundamental meses después el fichaje del
vocalista y letrista Adrián González.
Sus primeros pasos en
directo los dieron en fiestas, salas y festivales de la Comunidad de Madrid. Particular
relevancia tuvo su colaboración con Silver, cantante de Muro y Silverfist, quien
en el verano de 2010 compartió escenario con los jóvenes músicos.
A finales de ese mismo
año entró un nuevo bajista, Sergio Alvarado, quien les hizo ganar en estabilidad
y con el que forjaron un nuevo sonido. 2011 fue el año de su primera maqueta
oficial, de varios conciertos más, y del preámbulo de un intenso 2012 como
teloneros de compañeros como Motociclón y The Bon Scott Band. Leather Heart es un
combo que responde bien en los concursos y certámenes musicales, como lo
demuestran su triunfo en el MoralRock 2012 en la plaza de toros de Moralzarzal (Madrid) y el Wolfest 2012 en las salas Penélope y La Riviera de la capital española.
Su sonido tiene ese
toque de frescura y espontaneidad de la trilogía clásica de Saxon o los dos
primeros discos de Mötley Crue. Las dos décadas de oro, los 70 y 80, laten por
esta producción de aires vintage, carente de la artificialidad de las producciones
actuales, en lo que podría considerarse casi como un sonido propio del vinilo.
La imagen del quinteto
es rompedora y parece sacada de un catálogo de precursores de la NWOBHM, aunque
de hecho lo que hacen es formar parte de su propia New Wave of Spanish Heavy
Metal.
El mini-álbum ha sido
coeditado por Metal Crusaders y la siempre activa Iberia Metálica, con el apoyo logístico de la asociación Pounding
Metal Union. Fue registrado en los
madrileños Tema Estudio y masterizado en Bradycardia Music, en Indiana, Estados
Unidos.
Su siguiente hito es la grabación de un CD "a la antigua usanza", tal y como explican en un video promocional con el que presentan su actual campaña de cuestación popular o crowfunding.
Aquí no
se engaña a nadie. Desde la mismísima portada del compacto, Tebas anuncia lo
que hace en una baraja de póker a la que acompaña un comodín de “Hard Rock”.
Parece increíble en una escena nacional saturada de grupos, pero el quinteto
murciano hace un estilo de música en el que casi no tiene competencia en todo
el país.
Hace
unos años proliferaron en España las formaciones de Hard melódico, al punto de
conformar una misma escena de la que hoy no queda prácticamente nada. Aquellos
compañeros de Tebas cantaban en inglés, olvidando ese idioma castellano que
tanta gloria había dado a nombres como Sangre Azul, Tharna o tantos otros
nombres del final de los ochenta y comienzos de los noventa.
Sin
miedo al qué dirán, la banda que comanda el veterano Juan Carlos Redondo
“Snoopy -teclista del primer disco de Banzai-, ha vuelto a la carretera con una
nueva grabación oficial titulada “Juegos de amor”. Los compañeros del histórico
músico siguen siendo Leandro de la Poza (voz), Adrián Vera (guitarra y coros),
Betsabé Sánchez (bajista) y Juanpe Romero (batería). En el estudio colaboró Javi
“El Porretas” en el tema “Incomunicación”.
El
repertorio del disco reúne composiciones de su primera demo de 2011 (“Luces de
neón), el tema “Por ti” -de su segunda maqueta “Regeneración” (2012)- y una
versión en castellano de ‘Maniac’, original de Michael Sembello para la
película ‘Flashdance’, que aquí se ha rebautizado como “Loca”. El resto de los
títulos son “Sigo luchando”, “Juegos de amor”, “Me has hecho vudú”, “A un
ángel”, “Un mejor mundo”, “Incomunicación” y “Duro camino”.
En
total, diez composiciones de Rock Melódico y AOR de elegancia exquisita, que a
nosotros nos siguen sugiriendo lo que podrían haber continuado haciendo Asfalto
y Topo en una hipotética segunda parte de la senda abierta por sus discos
“Corredor de fondo” y “Ciudad de músicos”, respectivamente.
Las
guitarras de Adrián suenan mucho más contemporáneas y medidas. Es un paso
adelante muy evidente, ya que se trata de un virtuoso de las cuatro cuerdas al
que cuesta “amarrarle” para que someta su instrumento al resultado final de la
canción. Su integración en Tebas parece haber corrido paralela a la de sus
compañeros, que suenan ahora bastante más compactos y con una entidad mayor a
la demostrada en sus producciones anteriores.
Tebas
firma las canciones como un solo colectivo y como tal es responsable de la
producción junto a Kiskillla Records, en cuyos estudios se grabó “Juegos de
amor”. La masterización se efectuó en el Snoopy Virtual Studio, una
demostración más de la capacidad de autogestión de este quinteto de San Pedro del
Pinatar, en Murcia.
El CD
se presenta en una edición privada, pero con un acabado que ya quisieran muchos
lanzamientos oficiales. Las letras se ven perfectamente, están escritas sin
faltas de ortografía y de una manera legible para el lector -si esto les parece
un detalle sin importancia, consulten sus últimas adquisiciones de grupos
españoles de rock-. Cada una de ellas se acompaña de una ilustración alegórica,
que convierte la experiencia en una agradable inmersión literaria y visual. Hay
poesía en las líricas amorosas de muchos de los temas, pero también
experiencias personales, visiones del mundo y llamamientos al rock and roll, la
fiesta y la diversión.
“Juegos de amor” camina ya por la
segunda edición limitada de su CD físico, que se puede adquirir desde la propia
web del grupo:www.tebasrock.net
Tebas tocó en Madrid el pasado sábado 1
de noviembre en la sala We Rock, como parte del estreno capitalino de la Ópera
Rock “Combatiendo”, junto a los grupos Leopard Skin y A Remojo.
Si Sam Dunn -el autor de los documentales ‘Metal: A Headbanger’s Journey’ y ‘Global Metal’-, viviera en Madrid, no se perdería este concierto. Aztra es hoy día uno de los escasos representantes mundiales de lo que ellos mismos denominan “metal social”, un grupo concienciado a más no poder con su entorno político e histórico. La banda ecuatoriana no se queda en las palabras, sino que pone su creatividad al servicio de los instrumentos andinos de su país, que suele incorporar en muchas de sus producciones.
Aztra ha
logrado en toda Latinoamérica un enorme prestigio gracias a su coherencia y
combativa posición de compromiso. Sus letras son cuasi revolucionarias, pero
desprenden una autenticidad imposible de encontrar en Europa, donde este tipo
de mensajes han sido adoptados de manera casi tópica por formaciones por todos
conocidas, máxime en nuestro país.
En lo musical, Aztra se reivindica
como grupo de Metal sin etiquetas, pero con una fuerte vinculación indigenista
y una constante investigación de las posibilidades de fusión con sus ancestros
musicales. Los protagonistas del quinteto son Pablo Enríquez (vocalista desde su disco “Raíces”),
Danny Saavedra (guitarras) y Alejandro Benítez (guitarras), Lenin Paspuel (bajo),
Luis Rea (batería) y Luís García Cañas (teclado, voces guturales e instrumentos
andinos).
Aztra toma su nombre de una matanza de
obreros y campesinos en 1977 en Ecuador a manos del ejército, que obedecía así
las consignas del gobierno dictatorial del momento. La formación ecuatoriana
recuerda así a los compañeros asesinados, en tanto realiza una inmersión
constante en la historia de su país para difundirla con sus creaciones.
Este tipo de reivindicación del pasado de
su país alcanzó su punto álgido con la trilogía formada por los álbumes
“Raíces”, “Memoria” y “Raíces Latinoamérica”. Éste último se acompañó de un
libro de 100 páginas con testimonios históricos del devenir de los países
sudamericanos.
Durante la primera etapa del grupo, que
comenzó su andadura a finales de 2001 en la capital Quito, el combo experimentó
varios cambios en su alienación. Su primer aldabonazo fue “Tierra libre”, un
disco que incluía una versión de los chilenos Inti Illimani y el videoclip de
la canción que daba título al álbum, censurado previamente por el Ministerio de
Gobierno de su país.
Posteriormente Aztra participó en la
interesantísima ópera-rock “Bajel”, editada en España como proyecto de
participación de músicos de varios países de habla hispana. Los ecuatorianos
abrieron y cerraron el disco con los respectivos “Prólogo” y “Epílogo”,
mientras que su cantante Pablo representaba uno de los papeles estelares.
Gracias al contacto establecido con La
Bestia Producciones, responsable del lanzamiento de tan curiosa obra, Aztra vio
coeditada en España su segundo disco, “Insurgente”. La compañía Santo Grial se
encargó de distribuirla por toda Europa. Por si no había quedado clara su
posición ideológica respecto a la lucha social en el Cono Sur del continente,
la versión elegida en este caso fue “Manifiesto”, del cantautor chileno Víctor
Jara.
DISCOGRAFÍA
2002
Sencillo promocional “Tierra libre” (recopilatorio “Al
sur del cielo”)
PROMOCIÓN Y
PRENSA: Durante la estancia de Aztra en Madrid, Sangre Sur
Rock coordinará todo tipo de
entrevistas, intervenciones en radio o cualquier otra fórmula de acción
promocional o publicitaria que nos ayude a difundir este concierto. Petición
de acreditaciones: porseryo82@hotmail.es /
618 - 36 22 42
ATENCIÓN: Aztra realizará una presentación acústica en exclusiva para Sangre Sur Rock, abierta a un reducido grupo de fans y representantes
de la prensa que soliciten y obtengan invitación. Se celebrará un día después del concierto, el domingo 30 de marzo en la sala La Vieja Guardia (C/ Tórtola, 3. Metro: Oporto).
‘Sky
must burn’ (“El cielo debe arder”) es el debut a gran escala de una prometedora
banda catalana llamada Metrakillator,
que en 2011 ya publicó un EP de cinco temas titulado ‘Fucking Metal’. Este
nuevo disco es la segunda referencia del sello Lullaby Records, que en su día
sorprendió con la edición en vinilo de “Zarpasaurio”, una selección de
canciones inéditas de los clásicos Zarpa.
El
álbum está coeditado por Metal Crusaders y supone el descubrimiento de un
excelente grupo de Power Thrash, en la línea de los alemanes Grave Digger. Otros
nombres o influencias que también están asociados al estilo del cuarteto son
los de Kreator, Anthrax, Overkill, Annihilator e incluso Blind Guardian cuando
apretaban el acelerador. Por la parte más clásica asoman sus escuchas del
material de Judas Priest, Megadeth o Accept.
Metrakillator
nació en 2009 en las localidades de Tàrrega y Mollerussa, en la provincia de
Lérida, y está formado por Ángel Falip (voces y guitarras), Ismael Conejero (guitarras),
Joaquim Pueyo (batería) y Robert Teixidó (bajo), quien sustituyó a Syd Markyuss
el pasado año. ‘Sky must burn’ es un disco rápido, que no llega a los 45
minutos, con tiempo para una intro (‘Incoming madness’), ocho temas y el bonus track ‘Fuck it!’. El single de presentación ha sido ‘Gears of the hate machine’, el mejor de
su repertorio según parte de la crítica. Otros tres temas, ‘Necronomicon’,
‘Knightmare’ y ‘Awakening vengeance’, forman una unidad argumental por la
coincidencia de personaje y situaciones.
Metrakillator
actualiza la siempre potente escena del Heavy Metal catalán más dado a la
agresividad y la potencia, con un despliegue de fuerza y pegada basada en una
base rítmica contundente y sin fisuras. Las guitarras corren al galope y una
voz rasgada y a veces gutural pone el contrapunto de agresividad. Para las
cuatro últimas pistas de ‘Sky must burn’ han contado con sendas colaboraciones vocales
de Juli Baz (Crisix), Armand Valeta (’77), Lucas Amazonas (Enrager) y Dani
Pérez (Ravenblood). Todos ellos han hecho coros, salvo Valeta, quien se ocupa
de la parte vocal final de ‘Knightmare’.
La
grabación y el proceso de mezclas se efectuaron en los Nomad Studios de Lleida,
mientras que la masterización fue realizada en los Crossfade Studios de
Valencia. La propia banda y Xavier Esterri firman una producción realmente
demoledora y 100% acorde al espíritu de Metrakillator.
Todo
lo relativo a la portada, trabajo artístico y libreto hay que atribuírselo a su
propio cantante, Ángel Falip. Suya es esa imagen tan divertida de un
enloquecido personaje de cómic con un lanzallamas en cada mano, impartiendo
justicia en un mundo dominado por manos alzadas con los dedos en forma de cuernos.
Metrakillator
es diversión asegurada porque prescinde del onanismo instrumental para hacer lo
que tiene que hacer… y hacerlo bien. Su thrash combina elementos clásicos con
otros más contemporáneos y diversos, con la intención permanente de sacudir
cabezas y llevar la escucha de su disco a un ‘in crescendo’ continuo.
Riffs
pegajosos y a veces hasta melódicos disparan sus balas en medio de una refriega
de Thrash de la vieja escuela, puesto al día con mucha mano y criterio. En una
hipotética entrega de premios del Metal nacional, Metrakillator sería firme
candidata a ganar el galardón al mejor debut del año.
El CD físico se puede adquirir
mediante solicitud al siguiente e-mail: lullabyerecords@gmail.com
El Metal
madrileño sigue pujante en su proceso de transformación. Esta vez es el grupo
Farland el que edita su primera obra de estudio, titulada ‘Thousand ways to
die’ (“Cientos de formas de morir”). Se trata de un CD de seis canciones
originales, con el añadido de dos versiones a modo de bonus tracks: ‘Nice dreams’, de Powermad, y ‘The Inmortal’, de
Vicious Rumors.
El disco
ha sido publicado por Iberia Metálica en colaboración con Metal Crusaders. Fue
grabado en el Wolfpack Studio y firman la producción Iván “Lobo” -también
ingeniero de sonido- y José María Heres, guitarrista del propio grupo y antiguo
componente de Omenomejodas (banda asturiana de Thrash), Distortion Pro y Lying.
El grupo
está formado por David Toledano “Davil” Valero a la voz, Sergio “Mustaine” Riaño
y J. M. Heres a las guitarras y coros, Juan Pascual al bajo (de larga
trayectoria en Crienium, Omission -sólo en directo-, More Rock, Rainbow in the Black
e Iberian Steel) y Juanjo Gil (ex Omission y Antígona) en la batería.
Todas
las letras están firmadas por David, un conocidísimo veterano de la escena
capitalina, que en estos momentos es además el cantante de la actual formación
de Bella Bestia. Para quienes le han visto una y mil veces en los conciertos,
David es ese tipo que a veces luces una bandana en la cabeza -no confundir con
el guitarrista de los extintos Steel Horse, que también la ha hecho parte de su
personalidad visual-. “Davil” ha cantado y participado en infinidad de grupos,
hasta configurar una larga lista: Crienium, PM, Postmortem, Inner Beast, Mortem
Tirana, Save Us, Tizona, Viejo Duende, Dream Warriors, Marching Out, Mr. Scary y
Sabbath Rules.
Ya que
nos referimos a la imagen, Farland deja claras sus intenciones con la inserción
en la contraportada de ‘Thousand ways to die’ del emblema del Pounding Metal
Union, el heroico club metalero madrileño que salvaguarda las esencias del
género con su actividad constante de conciertos. Los cinco chicos de Farland
parecen salidos de cualquiera de sus eventos, con una estética metalera y
thrasher muy acorde a la agresividad y rotundidad de su música.
La
portada muestra a los cinco músicos tratando de salir de sus tumbas en el
cementerio. Detrás de ellos se levanta amenazante el apocalíptico horizonte de
los rascacielos de una gran ciudad. En contraste, la carpeta-póster desplegable
del compacto muestra a los componentes de Farland convertidos en asesinos en
serie sacados directamente de una película de terror. El trabajo de
caracterización es excelente.
Desde el
punto de vista estrictamente musical, la banda cabalga a toda velocidad sobre
un reparto de golpes musicales que no deja títere con cabeza. Sólo se relaja en
‘Silver bullets’, una pieza más reposada que contrasta con las furiosas ‘Last
man alone’, ‘End of days’, ‘Toxic friend’, ‘Fuckin’ disaster’ y el tema que da
título al álbum.
Hay una fuerte
presencia del Power Metal americano en esta producción, que difiere mucho de lo
que se suele editar dentro del panorama metalero nacional. El principal atractivo
de Farland es que encaja a la perfección en esa especie de revitalización del
Heavy Metal “con pelotas” que tanta aceptación ha encontrado en la escena
subterránea española. Hay mucho aquí de la Bay Area de San Francisco, actualizada a la virulencia de los tiempos presentes y con los mimbres adecuados para dotarla de un nuevo y diferencial atractivo.
Farland
nació en 2011 por iniciativa de Juanjo Gil, David Toledano y Antonio Pino, que
en su trayectoria acumula experiencia con Ankhara, Avatar, Silver Fist,
Mysteria y Sabbath Rules. Con esta alineación participaron con dos temas en el
disco ‘Metal Meltdown: Thrasbrute’, que no era otra cosa que un tributo de
Thrash de la vieja escuela. Al cabo de unos meses Antonio dejó la formación
para entrar en la banda de Leo Jiménez, siendo sustituido entonces por José
María Heres. En abril de este año se produjo una nueva baja aún no cubierta, la
del batería Juanjo Gil. El CD físico se puede adquirir mediante solicitud al siguiente e-mail: lullabyerecords@gmail.com, o realizando el pedido directo desde la web www.iberiametalica.es/.
Para
algunos se trata del disco del año, y de la banda más interesante nacida en Madrid
en los diez últimos años. Percutor es hoy en día prácticamente el único grupo
hispano-ecuatoriano que practica un tipo de Heavy Metal en castellano que bebe
directamente de la agresividad y furia del Metal latinoamericano.
Frente
a lo que algunos denominan jocosamente “Metal afrutado”, Percutor ha puesto las
bases de una reinterpretación completa del estilo, al menos en nuestro país.
Para empezar, el ahora cuarteto no hace Speed Metal, sino “Metal rápido”, toda
una declaración de intenciones respecto a su defensa de la lengua castellana
como vía de expresión.
La
historia de Percutor nace en el verano de 2009, de la mano de su vocalista y
líder Luis Enrique Zabala, un carismático metalero ecuatoriano que unió sus
fuerzas a las del argentino Guillermo Cocina. Su intención primera fue rendir
homenaje a los clásicos porteños del Metal de los años 80, como Hermética o V8.
En aquel germen de la banda estuvieron también otro ecuatoriano, el bajista
John Guaman, y otro argentino, Juan Citro.
Pese
a las dudas iniciales respecto a quién cantaría en la formación, Luis Zabala se
hizo enseguida con el puesto de vocalista-guitarrista, haciendo gala de un
peculiar estilo cargado de tensión y agresividad. Su capacidad para transmitir
la rotundidad de las letras que él mismo compone recuerda a veces la severidad
y entrega de aquel Mille Petrozza que tanto miedo daba en los comienzos de
Kreator. Junto a Luis enseguida hizo piña el nuevo bajista, el español Lucas
Sicilia, que interpreta las líricas que son de su autoría, y cuya vehemencia y
entrega da la perfecta réplica a su compañero de escenario.
El
primer concierto de Percutor se celebró en diciembre de ese mismo año,
convirtiéndose pronto en una de las bandas de culto de ese mínimo renacer subterráneo
del Heavy Metal que se vivía en la capital. Su inicial demo de tres temas -homónima, con portada en negro y logo en blanco- llegó
al cabo de unos meses y comenzó a ser difundida entre las bases del movimiento
en la ciudad.
Poco
tiempo después se produjo el primer cambio en el trío, ya que el puesto de
batería pasó a manos del ecuatoriano Juan Carlos Robles. La banda más
internacional del Metal madrileño se estaba convirtiendo sin pretenderlo en
todo un emblema de la fusión española y latina de músicos de ambos lados del océano,
unidos por la coincidencia en los gustos artísticos y la forma de vida.
La
consecuencia lógica del crecimiento de Percutor como proyecto musical tenía que
ser una maqueta autoeditada, y ésta llegó en noviembre de 2011 en forma del EP
“Metal Pesado”, con portada del pintor ecuatoriano Ricardo García. Uno de los
puntos que más llamó la atención de sus mensajes fue su inequívoca reivindicación
de una serie de valores que difícilmente podemos encontrar en producciones
similares en España. Los mensajes de Percutor estaban preñados de orgullo
rockero, obrero e indígena, lo que bien podría otorgarles la categoría de
Thrash-Speed intelectual.
Si
entendemos el calificativo de “intelectual” como el talento y la capacidad para
desarrollar temas y argumentos sin recurrir a los tópicos y lugares comunes,
Percutor son maestros a la hora de empatizar con el público sus opiniones y
sentimientos. Nadie sale como entró de un concierto de Percutor, ya que la
actitud de sus directos genera una respuesta física y mental que carga el
ambiente de electricidad y expectación. Las críticas a la religión y a la
imposición de cualquier tipo de poder o autoridad les otorga también un carácter
político que definitivamente les convierte en una ‘rara avis’ del Metal
nacional.
Ya
en 2012 se incorporó como segundo guitarrista el músico argentino Draco, con el
que dieron algunos conciertos por varias ciudades españolas. Su configuración como
cuarteto aumentaba el poderío de la banda, por lo que ésta siguió como tal
cuando se produjo el reemplazo de Draco por el joven guitarrista madrileño
Ramón Morenate. La juventud e imagen del nuevo músico redondeó la propuesta,
que a estas alturas ya se había convertido en una garantía de entretenimiento y
diversión en sus no obstante escasas presentaciones en vivo.
La
conjunción de los nuevos Percutor quedó de manifiesto en 2013 en el EP promocional “Gestando la lucha”. El CD incluía dos canciones: la emblemática y
reivindicativa “América” e “Invierno nuclear”. La portada presentaba la
impactante imagen de un embarazo metalero en toda regla, con pistola de por
medio y cinturón de balas a modo de bandolera. Como siempre en Percutor, nada
respondía a la improvisación, sino a una sana intención de provocar y llamar la
atención de una forma tan inquietante como atractiva.
Así
las cosas, el siguiente aldabonazo del ahora cuarteto fue preparar su debut -digamos
que “oficial”-, que ha llegado este año con el disco “Tiempos violentos”,
coeditado por Metal Crusaders y el sello Iberia Metálica. La grabación,
oficialmente publicada por Misterio Records, es 100% recomendable para quienes
gustan del Metal con pundonor y sangre en las venas.
El
álbum incluye siete composiciones propias: “Rebelión”, “N.O.M”, “Pobre mortal”,
la citada “América”, “Desde Usera” (otro de sus clásicos en demo), “Al gaucho”
y “No se rindan”. La labor de culturización metalera y panamericana de Percutor
queda una vez más de manifiesto con la inclusión de sendas versiones de V8
(“Destrucción”) y los ecuatorianos Blaze (“Cancerbero”). En total, 33 minutos sin tregua ni descanso,
que como siempre que se trata de minutajes tan cortos, dejan con ganas de más y
más. Sin duda, otro acierto logístico.
Hay
quien dice que la inclusión de Morenate les hace sonar con algo más de dosis de
Power Metal americano, pero esta evolución forma parte de un proceso muy
homogéneo de experimentación y creación musical del que aún esperamos grandes
hallazgos.
La
implicación política de Percutor ha aumentado de forma sensible, al tiempo que
su dureza se destilaba de manera más y más precisa. Nunca se han posicionado
por siglas o tendencias algunas, pero su hartazgo es compartido y responde a un
estado social más que evidente.
La
misma portada de “Tiempos violentos” demuestra que su enojo ha tocado techo;
para dejar constancia de él, nada mejor que mostrar a una rotunda “percutora”
abriendo en canal el Paseo de la
Castellana de Madrid, mientras a un lado y otro se muestran
edificios en ruinas y las Torres Kio coronadas por una rata con la forma del
logotipo de Bankia, antes Cajamadrid. Para ser obra de un artista ecuatoriano,
el cantante de Ente, Gabriel Tapia, el resultado no podía aproximarse más a lo
brillante e inspirado. El sentido del humor, que es universal, uniendo puentes
entre Quito y Madrid.
Definitivamente,
Percutor son toda una bendita excepción dentro del Metal europeo. Su última
presentación importante fue como banda invitada de Silver Fist en la sala We
Rock y pronto volveremos a verles en vivo. Será el próximo sábado 1 de noviembre en la sala 38 Special del madrileño barrio de Vicálvaro. Abrirá para ellos la
banda riojana Perseverante.
Luis
y Lucas volverán a hacer rugir sus argumentos bajo la espesa capa de sus
melenas, sin dejar ver sus ojos llenos de furia y logrando incomodar e
inquietar al público con esa hostilidad tan controlada como bien destilada. ¿No
querían saber cuál era la música del 15M? Pues ahí tienen una muestra…
Discografía:
“Metal
pesado” (2012)
“Gestando
la lucha” (2013)
“Tiempos
violentos” (2014) Los CDs físicos de Percutor se pueden adquirir mediante solicitud al siguiente e-mail: lullabyerecords@gmail.com, o realizando el pedido directo desde la web www.iberiametalica.es/.
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